lunes, 23 de septiembre de 2013

domingo, 22 de septiembre de 2013

Los amigos, a veces
no necesitan palabras,
solo con mirarse
se dicen mil cosas
y comparten, una manera
especial de ver la vida.
Los amigos, a veces,
se dicen palabras duras,
se discuten, se hieren
y se reconcilian con un abrazo.
Los amigos
siempre dicen la verdad,
aunque duela,
aunque no sea sencillo.
Los amigos 
son dos almas 
que aprenden juntas
la sinceridad,
la solidaridad, la alegría.


¿Qué es la amistad?

Es una puerta que se abre,
una mano extendida,
una sonrisa que te alienta,
una mirada que te comprende,
una lágrima que se une a tu dolor,
una palabra que te anima,
y una crítica que te mejora.

Es un abrazo de perdón,
un aplauso que te estimula,
un encuentro que te regocija,
un favor sin recompensa,
un dar sin exigir,
una entrega sin calcular,
y un esperar... sin cansancio.

Hoy pensé en ti, tal y como hago a diario. Me hiciste creer en aquello que creía perdido o creía no era para mí; el derecho a una amistad como la tuya.
Hemos llorado y reído juntas.
Hemos suspirado de alegría y de emoción no importando la ocasión. Tus palabras han sido las que han abrazado mi alma en noches de soledad y desconsuelo. Me enseñaste que las lágrimas de vez en cuando son buenas y que con ellas aprendemos a purificar nuestra alma y espíritu.
Demostramos que una verdadera amistad no conlleva necesariamente años, sino que se forma de momentos y experiencias especiales como las que tu y yo hemos compartido en poco tiempo.
Me demostraste tu cariño siempre que podías. Me enseñaste a quererte de manera sinigual y a conocerte cada día más. Mi corazón siempre está contigo.
No importa que estemos lejos, nuestra amistad trasciende las barreras y desafía la distancia. No necesitamos decir una palabra cuando algo sucede pues nuestro silencio nos delata y es nuestro corazón el que por nosotras habla. Eres increíble y especial y por eso hoy te digo que conmigo siempre puedes contar. Solo recuerda el no dudar, que eres MI GRAN AMIGA DEL ALMA.